Algunos miembros de la Asociación

lunes, 30 de abril de 2012

LOS AMIGOS DE LA BIBLIOTECA (3º Premio Certamen de Cuento Infantil "Asociación de amigos de la biblioteca")


Un día Beatriz y yo íbamos por la calle. De repente, vimos que las piedrecillas del camino empezaron a saltar y oímos pisadas. ¡Se me olvidó que aquel día era el Cascamorras!

Corrimos todo lo que pudimos pero la gente nos alcanzó. Beatriz y yo nos separamos, no sabíamos donde estábamos,  pero... ¡menos mal que tenía a Moky! Él encontró a Beatriz y después la salida.
Por desgracia, ¡aún seguía viniendo más gente! Huimos y, mientras mirábamos atrás, chocamos con una vieja puerta. Teníamos dos opciones:
     1. Que una multitud de corredores nos atropellara o        
     2. Entrar en una casa siniestra.
No lo pensamos dos veces y elegimos entrar en la casa.
Era una casa muy grande, vieja y estaba llena de telas de araña. Lo que más me llamó la atención fueron esas largas escaleras. Sin pensarlo, subí y encontré muchas estanterías llenas de libros.  Había uno al que no podía quitarle la vista. Lo intenté coger, pero no llegaba. Moky, que nunca se separa de mí, cogió carrerilla, saltó y lo atrapó. ¡Qué perro más listo! Ese libro tenía algo que lo hacía especial, estaba lleno de magia, lo raro es que no era de héroes  ni de fantasía, ni cualquier cosa por el estilo... Le di la vuelta y leí el título: “Monster  High”. Pero... ¿qué significaba?

Bajé corriendo y se lo enseñé a Beatriz. Ella me dijo: - ¡Vamos, ya tendrá que haber pasado toda la gente, se asomó y...¡la gente corrió delante de ella y le echaron tierra en la cara!
- Vale, todavía no ha pasado la gente.
- Este libro es muy raro, es algo misterioso.
- ¡Ábrelo!
-  No sé, me da cosa.
- Anda, trae, ya lo abriré yo.
- ¡No! ¡Espera!
Al abrir el libro nos transportamos a otra dimensión. Aquel lugar estaba lleno de monstruos.
Había un edificio largo y grande incluso. ¡Tenía un campanario! El cartel de bienvenida decía:
“BIENVENIDOS A MONSTER HIGH”  ya teníamos la respuesta ¡Monster High era un instituto monstruoso!
Estábamos nerviosas, a punto de estallar. Vimos otra vez el libro, y teníamos que superar todas las clases del día. Por fin salimos y  nos encontramos a mi hermana Marina que nos dijo:
- ¿Que hacéis metidas en la biblioteca abandonada?
- Esa casa ¡Era una biblioteca!
- Claro, la lástima es que la van a tirar.
- Beatriz, hermana ¡Tengo una idea!
Al siguiente día empezamos a limpiarla, y entre Beatriz y yo nos ocupamos de la biblioteca. Todos los días venía cada vez más gente ¡vaya fama! Moky nos ayudó  ocupándose de que nadie robara y mi hermana a traernos los libros. El libro de Monster High se guardó en una vitrina en símbolo de aquella magia tan especial que nunca se perdió.

                                                                                                                    Esther Aguilera Gallego 5º

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